Javier Lobo

NI MACHISMO NI FEMINISMO

Voy a contaros una historia curiosa que se sale de la temática general del blog (con vuestro permiso). Una historia de esas que ahora está de moda poner en «hilos» de Twitter. Cosa que odio profundamente. Los «hilos» de Twitter, digo.

EN FIN, la historia que vais a leer es real 100%, no como todas esas mierdas que leéis a diario por internet. Es triste que haya que matizar que el texto es real, pero en fin… la información estos días.

Robert

Hace ya algún tiempo, me convencieron para desempolvar mis viejos patines y darnos un rulo por Madrid Río con una buena amiga. Yo llevaba muchos años sin patinar y había perdido práctica. El hostión estaba prácticamente asegurado, pero aún así… qué demonios. Allí nos plantamos, me puse mis patines, empecé como pude y bueno, más o menos patiné algún kilómetro que otro con esta chica.

Pero entre que yo era un paquete patinando, y que ella estaba aprendiendo, nos emocionamos mucho en una cuesta abajo y yo estuve a punto de matarme (conseguí no caerme), pero ella no tuvo la misma suerte. No consiguió controlar el equilibrio y terminó por los suelos. No parecía nada grave, así que la levantamos y la sentamos en un banquito.

-¿Qué ha pasado? ¿Cómo me he caído?
-Nada, has perdido el equilibrio en la cuesta abajo, yo casi me mato también. No tienes más que rasguños en el codo y en las manos, tranquila. No parece nada grave. ¿Te duele la cabeza o algo?
-No, no me duele nada. ¿Qué ha pasado? ¿Cómo me he caído?
-… er… has perdido el equilibrio cuesta abajo. ¿Estás bien?
-Sí. ¿Qué ha pasado? ¿Cómo me he caído?
-… what the fuuuuck!?

Yo pensaba que esto de las pérdidas de memoria eran cosas de las pelis, pero en aquél momento se me pusieron de corbata. Aproximadamente cada 40 segundos, esta chica preguntaba lo mismo una y otra vez. Se le olvidaba todo lo que había pasado desde la caída.

La acercamos ipso-puto-facto a la clínica más cercana, a Urgencias. La espera se me hizo larguísima porque seguía preguntando lo mismo cada 40 segundos y yo no sabía cómo manejar la situación más allá de responderle lo mismo una y otra vez. Cuando entramos, le curaron las heridas, le hicieron un par de pruebas chorras y «pa casa, que esto es normal, en un rato se le pasa, es del shock del susto de haberse caído».

Eso sí, nos advirtieron que, a pesar de no tener golpes notables en la cabeza, si le entraba mucho sueño o le dolía la cabeza, al hospital urgentemente. MUCHAS GRACIAS, DOCTOR, ME DEJA USTED MÁS TRANQUILO.

Nos sentamos en una terracita cercana a tomar algo, pero la cosa no mejoraba. Incluso grabé un vídeo para que ella misma se viera preguntando lo mismo cada 40 segundos cuando se le pasara la movida. Aún hoy, lo miro y sigo flipando. Pasaba el tiempo y no mejoraba, así que fuimos a mi casa para que descansara un rato.

Ya en casa le expliqué que estaba en bucle, que parecía que por el susto de la caída tenía un shock y que preguntaba lo mismo todo el rato. Pero no mejoraba. Se le olvidaba y volvía a preguntar. Y empezó a dolerle la cabeza, así que salimos corriendo al hospital (el Gregorio Marañón, creo recordar). Y aquí es donde viene la parte de la historia que me impulsó a escribir sobre el tema.

Después de la interminable espera de rigor en la que no conseguí contactar con ningún familiar, nos llamaron para entrar a la consulta. Imaginaos la escena: una chica joven y guapa con un par de vendajes en los brazos y en las manos que no sabe decir lo que le pasa (porque no se acuerda) y un maromo con pinta de bestia (yo), camiseta sin mangas, tatuaje macarra… explicando todo el tema. Recuerdo que el médico (un chaval joven) me miraba con cara de «pero qué me estás contando» y llamó a un par de enfermeras para endurecer un poco el cuestionario. Yo tardé un poco en darme cuenta de que no me estaban creyendo y que lo más probable era que pensaban que yo era un maltratador que no estaba dejando hablar a la chavala. Fue un momento realmente incómodo.

-¿Me puedes contar otra vez lo que ha pasado?
-Sí, mira, estábamos patinando…
-¿Te importa dejar que ella lo cuente?
-Er… claro, pero es que no recuerda nada. De hecho, por eso estamos aquí.
-No importa, que lo explique ella.

Y claro, ella me miraba a mí, luego miraba al médico y a las enfermeras y después agachaba la cabeza. El personal sanitario cada vez me miraba peor. Yo les enseñé los papeles de la primera clínica a la que fuimos, junto al Madrid Río. Lástima que me dejé los patines en casa, para habérselos enseñado también. Pero no les ablandó el semblante, me sentí real e injustamente acusado. Ya sabiendo de qué iba el rollo, les expliqué que no tenía problema en salir y dejarles a solas con ella para que le volvieran a preguntar. Más que nada porque aquello se estaba extendiendo más de lo que me hubiera gustado, pero ya no por mí, sino porque la pobre estaba en su espiral interminable de confusión y yo estaba aterrorizado por no saber si era algo temporal o permanente.

El caso es que me quedé ahí mientras que apareció un biombo que nos separaba físicamente. Le hicieron algunas pruebas a metro y medio escaso de mí con aquella tela blanca de por medio. De vez en cuando, una enfermera se asomaba, miraba hacia donde estaba yo y me ponía cara de «ya te vale, hijo de puta».

Pasó el tiempo y al final resultó que SÍ se había dado un golpe en la cabeza. Pero se lo dio justo donde tenía el pelo recogido con una goma, y por eso no había herida o chichón evidente. Por suerte lo detectaron e hicieron las pruebas correspondientes. Realmente no era grave, no había ningún tipo de herida interna ni externa, solo una pequeña conmoción.

Cuando salimos, conseguí contactar con su madre que se pasó a recogerla. Le conté toda la historia y las dos se quedaron tranquilas. Unos días después, le pasé el vídeo que había grabado y flipó muy fuerte.

Gracias a $deity, la cosa quedó en un sustazo y una anécdota que contar. Lo que quiero hacer notar con toda esta historia es que sí, yo me sentí atacado. Me confundieron con un maltratador, o un violador, o yo qué sé. Pero creo que eso no es lo importante.

Cuando cuento la historia, muchos machos se indignan diciendo que por qué tengo que quedar yo como un maltratador encima de que le estoy haciendo el favor de llevarla yo al hospital y cosas así. Que si las denuncias falsas, que si lo malas que son algunas mujeres, que si pagamos justos por pecadores.

Yo, sin embargo, lo comprendo. Y, de hecho, me alegro de que el personal médico desconfíe así en estos casos. Lo que tiene que haber visto esa gente para haber dado por hecho en aquél momento lo que dieron por hecho. Mi pequeña «indignación» dio paso al asco más absoluto al darme cuenta de aquella realidad tan jodida.

Stitch

Cuántas mujeres maltratadas pasarán por urgencias sin que les dejen mediar palabra sus novios/maridos o lo que sea. Ojalá la justicia fuera tan empática como aquél médico y aquellas enfermeras. Ojalá, en definitiva, no se hubiera tenido que llegar a esto.

Joder al informático – como forma de vida

Estamos más que de acuerdo -querido/a lector/a- en el hecho de que no todo el mundo tiene por qué tener los conocimientos técnicos que tiene un informático. También estamos de acuerdo en que, a veces, somos muy llorones y no paramos de quejarnos de los usuarios. Pero entiéndeme. Es un goteo constante, incesante, agobiante, estresante, casi siempre cabreante y muchas veces maloliente. Ya sea por teléfono, por mail, por ticket o en persona.

Obviamente, muchas veces el usuario en cuestión realmente tiene un problema y necesita ayuda. Por supuesto. Yo diría que es un 10% de los casos, siendo un pelín generoso. Y ese 10% cae al cerocoma cuando se trata de gestionar la incidencia o la petición con la mínima actitud humana deseable: el respeto. Y lo de no respetar «al informático» es bastante común. «Los informáticos» suelen ser más jóvenes que el resto de usuarios, suelen ajustarse menos a loas normas de vestimenta de la empresa (y a otras normas, para qué engañarnos)… y eso hace que sea un colectivo al que se mira un poco por encima del hombro. La idea de que «los informáticos» estamos al servicio absoluto del resto del personal de la empresa no es correcta. Y es culpa nuestra. Y de nuestros jefes.

FUCK THIS SHIT (tableflip)

Claro que muchas veces son tus propios compañeros, los «higinieros» los que te la lían. O Microsoft, que parece que inventa cosas para joder a los que administramos los sistemas.

EN FIN, podéis cancelar el envío de la buaaambulancia, no es necesario. Vengo aquí para enseñaros unos cuantos casos curiosos, graciosos o especialmente desesperantes que he tenido últimamente. Vaya por delante que, en todos los casos, son personas (humanas) que llevan trabajando con ordenadores que tienen Windows y Office desde el siglo pasado MÍNIMO. Es decir, algo de experiencia deberían tener. Vamos allá:

1.- Alárgame ESTA

Alárgame esta

Es un verdadero clásico que pidan al departamento de informática cosas que no corresponden al departamento de informática. Oiga, pídaselo al departamento correcto, váyase a una ferretería o a los chinos a por un alargador, cojones.

2.- Algo es algo

Algo es algo

Esta incidencia es curiosa por que no es más que efecto placebo. Mis usuarios realmente NO tienen opción de instalarse ni actualizarse nada por su cuenta. Pero en algún momento le salió «actualiza tu navegador» y se asustó. En fin, no se había realizado dicha actualización, pero este usuario tenía pesadillas con su Internet Explorer versión 50.

3.- Tu buzón está casi lleno

AlmostFull

Tenemos automatizado que les lleguen avisos a los usuarios cuando tienen su buzón de correo casi lleno, para que ellos mismos hagan limpieza, vayan borrando mierda, archivando cosas antiguas… pero no. Cuando les llega el aviso nos lo reenvían en plan «QUÉ PASA CON ESTO. QUÉ PASA CON ESTO. ¿EH? ¿EH?» Limpia, coño. Y cuando les dices que tienen que limpiar, la respuesta siempre, SIEMPRE es «Todo lo que tengo ahí es importantísimo. No puedo borrar nada.» Sure.

4.- Antefírmame ESTA

Antefírmame esta

Los quebrantos de mis usuarios con las firmas del correo son antológicos. He perdido la cuenta de cuántas veces les hemos explicado cómo se hace, cuántas guías hemos hecho (en powerpoint, en VÍDEO, en papel…). Pero nada. Cada vez que a alguien de arriba se le ocurre alguno de estos geniales cambios corporativos, la lluvia de llorones que no sabe cambiar su firma no para de caer. De todas maneras… ¿la antefirma?

5.- ¡Ayúdame, porFAX!

Ayúdame, porfax

Las movidas con la impresión son otro clásico entre los clásicos. La gente se pierde entre tantísimas opciones de impresión. Discernir entre horizontal y vertical para algunos cerebros puede ser un reto realmente extenuante. Y no siempre lo logran, pobrecitos míos.

6.- No cambies de canásh. Mañana, más.

Cámbiame de canal

Porque pulsar el botón de un mando a distancia es realmente traumático y doloroso. Quién no pediría ayuda para cambiar el canal de una tele de un mostrador de recepción. Tuvo que ser un rato horrible. Pero bueno, al menos no se puso Telecinco.

7.- Causa y efecto

Causa y efecto

Igual yo soy muy especialito, pero si invertimos el orden de los problemas, el primero implica al segundo, ¿no? Y te lo puedes ahorrar. Es decir «Mi equipo no enciende». PUNTO. Si nos ponemos en ese plan, la incidencia podría ser «No me funciona Outlook, Excel me hace las sumas mal, Internet Explorer solo me muestra la web de Intereconomía, no puedo iniciar sesión y además, el equipo no enciende». Pues oiga, qué necesidad habrá… ¿No?

8.- La ministra del tiempo

Me contó un compañero que esto ocurrió mientras yo no estaba:

Mientras no estabas

No le quedó más remedio que dibujarlo ¿Quieres saber cuál era el «icono del tiempo»? Click.

9.- Dada mi situación personal…

Cuando ya tienes encabronao a un departamento de informática, yo creo que lo último que tienes que pedir son favores personales. Incluso aunque tu situación personal actual sea que te echan a la calle en dos días por un ERE, no pidas favores. Aunque lo que quieras es que te demos acceso a una web de búsqueda de empleo para gente extremadamente high-class, no pidas favores. Porque no. A navegar, a tu casa.

C da penita 1

10.- Pero ¿por qué tocas?

Comando de barra de tareas

¿Por qué no eres igual de manazas para arreglar que para estropear? ¿Por qué AL MENOS NO LO INTENTAS? ¿¡¡¡QUÉ ENTIENDES TÚ POR «COMANDO»!!!? Dios…

11.- Redacción deficiente e insuficiente

Muchas veces te obligan a arrancarte los ojos por lo que lees.

Contastos

12.- Los iconos, esos agujeros negros

Dentro del icono

Siempre he sido partidario de EDUCAR al usuario para que sea lo más autosuficiente posible. Pero tener que ponerme a explicar a estas alturas lo que es un icono, una carpeta, una unidad o un archivo… me da perezaca.

13.- Destrozado por el tráfico

Destrozado por el tráfico

Esta es la clásica petición que me hace imaginar cosas. Aquí, me imagino al usuario con el casco puesto, intentando recuperar su móvil mientras va esquivando en plan ninja una estampida de coches y el móvil va saltando de un lado a otro a cámara lenta y perdiendo trocitos. Y no consiguiéndolo, claro. Fundido a negro.

14.- Móviles que no «»saben nadar»»

Drowned phone

¿Sabéis que lo mejor de esta incidencia es que AGRADEZCO la sinceridad? El 99% son tipo «el teléfono se ha muerto y yo no he hecho ná». Y luego te lo traen reventadísimo.

15.- El explorador de la carpeta de la unidad

El explorador de la carpeta de la unidad

Lo que os decía. Iconos, unidades, carpetas y archivos. Conceptos TAN abstractos…

16.- El SCRIP no, lo siguiente

El SCRIP no, lo siguiente

Igual te tengo que hacer un SCRIP también para que escribas correctamente y pongas signos de puntuación. Gñrfs.

17.- ¿No será que te has quedado sordo?

El timbre

Self explanatory.

18.- ¡Sí, hooooombre! En .JPG al 1% de calidad y vas que te matas

En BMP

Un clasicazo más: los usuarios que creen que el espacio es infinito. Y qué va, oigan. Cuesta un pastizal y es limitadísimo.

19.- La espada de Damocles

Espada de Damocles

Mola cuando les entra el miedo. Siempre te llaman con el mismo rollo «llevo toooooodo el día trabajando en este documento y no he guardado, no puedo perderlo, HAZ ALGO O TE RAJO». Lo de «te rajo» no lo dicen, pero lo piensan. Luego se lo recuperas (si suena la flauta) y son dos parrafitos de mierda. Pero eh.

20.- Grave es, desde luego

Gravando

21.- Fundamentos de la edición de textos

Grrr

El zoom del Outlook, ese gran desconocido.

22.- He borrao C

He borrado C

Si fuera remotamente posible que Windows se dejara eliminar del disco duro, si fuera remotamente posible que tú, USUARIO, tuvieras permisos para hacer eso… ais.

23.- Iconos que no aparecen. x3

Iconos que no aparecen

Porque todo el mundo sabe que si un icono no está en el escritorio, no existe. No hay otro lugar donde encontrarlo. El menú inicio está de adorno. No. Tiene que estar en el escritorio. Y en el cuadrante de píxels EXACTO donde se lo encontró por primera vez hace 22 años.

24.- Internet Explorer 7 Professional

Internet Explorer 7 Professional

Creo que está usted confundiendo términos, caballero. Navegadores con sistemas operativos. Llámeme loco.

25.- Déjame leer mi porno facha o TE DENUNCIO

Javier Lobo - EPIC MAIL - Archivar en línea

Anda que no nos reimos ná cuando nos llegó este correo… madre mía.

26.- Enorme. LA TENGO ENORME.

Letra enorme

Felicidades :)

27.- Los remitentes de los que nunca más se supo

Los remitentes desaparecidos

Usuarios que, por eliminar una columna de Outlook, cometen un genocidio y hacen desaparecer a miles de personas.

28.- Usuarias rubias

Luser rubia

Y además… no me permite trabajar. Y además…

29.- Andandará Macario…

Macario

Macario, ¡vuelveeeeeeeee!

30.- ME DEBES UN FAVOOOOOOOOOR

Me debes un favoooooooooooooor

Para entender estas contestaciones, puede que debáis ver primero este vídeo: El amigo informático.

31.- Piensa y ya si eso, existes

MetaFormateo

*Suspiro*

32.- ¿Los habrá contado?

Mil pedazos

Si les hiciéramos reunirlos todos y pegarlos, tendrían más cuidado para otra vez.

33.- Nadie sabe. Canción triste.

Nadie sabe

Otra de esas que me gustan. Me los imagino a todos en la oficina, abrazados, llorando… en posición fetal en un rincón. Desesperados por no haber logrado algo tan difícil como guardar una imagen adjunta en un correo. Dantesco.

34.- ¡NO ENTRE, SEÑORA!

No entre, señora

También me ha hecho siempre mucha gracia lo de «entrar al ordenador».

35.- Cierre al salir

No puedo cerrar Excel

Normalmente suele ser al abrir, pero esta incidencia captó mi atención. Simplemente había movido la ventana del Excel un pelín hacia la derecha, con lo que la X de cerrar quedaba fuera de la pantalla. ¿Qué? ¿Esperábais algo más complicado?

36.- La desconfiguración de la hecatombe

NO VEO EL MEIL

Como quien llama a los bomberos, oigan.

37.- Office Plus, plis. Plux. Gñé.

Office PLUX

Éste se trajo su portátil de casa con el Office pirata a ver si colaba. No coló.

38.- ¿Qué tal una cartilla Micho primero?

Oye mira que no recivo emeils

Pues lla lo siento hamijo.

39.- Me los imagino ahí, con sus patitas…

Pantallas bailongas

…mirándose una a otra y diciéndose «¿nos cambiamos de sitio para putear? Jijiji».

40.- El pantallazo del silencio

Pantallazo del Silencio

Hello, darkness, my old friend…

41.- El pizarrín.

Pizarra

Te instalamos la pizarra y le instalamos Windows Vista. Claro que sí.

42.- Cuando cuento mis penas por Telegram

Política de actualización de iOS

43.- Poltergeist

Poltergeist

Ya están aquíÍíÍíÍ…

44.- Sí, puede ser…

Puede ser, sí

Todos y unos pocos más.

45.- Querido diario…

Querido diario

No sé, prueba a escribir más rápido. Tienes un PC nuevecito, que te lo he puesto yo con estas manitas.

46.- No.

Rescátame mi Excell del averno

NO se llama «Excell». Se llama «Excel». NO sabes el nombre del archivo, ergo yo tampoco. NO se guarda en rutas temporales, por amor de rediós. Y NO, no te lo voy a recuperar.

47.- Cuánta retórica…

Retórica pa ná

Demasiado texto para decir que no le funciona el mando. Pero vamos, como hay dos mandos (uno de la vídeoconferencia y otro de la TV), estaba intentándolo con el que no era. Otro clásiquer.

48.- No puedo encontrar la fuente «Sample text»

Sample Text not found

Sample Text not found 2

No lo has entendido.

49.- Si no está en el escritorio, no existe

Si no está en el escritorio, no existe

Lo dicho. Icono que desaparece, aplicación que no existe.

50.- SOS

SOS

Subimos con el desfribilador y todo…

51.- Suddenly… not printing anymore

Suddenly I'm not printing anymore

¿Adivináis qué pasó? Exactamente. Se acabó el papel.

52.- Tengo… tengo la pantalla negra… porque negra tengo el alma…

Tengo, tengo la pantalla negra

Solucionado por teléfono diciéndole «enciende el monitor». A lo que respondió «YA ESTÁ ENCENDIDO Y NO SE VE». A lo que respondí «ENCIÉNDELO MÁS FUERTE». A lo que respondió «Huy, pues sí.».

53.- El día que Dios nos envió a su troyano

Troyano de Dios M

Querido Troyano de Dios, tienes uno de los nombres más épicos que he visto en mi vida. Un día de éstos, te busco por Facebook.

54.- YO NO HE SIDO

Yo no he sido

Lo típico que un usuario manda un SMS al Sálvame, le suscriben a algún servicio chungo de reguetón como tono de espera mientras alguien le llama… y luego llegan las facturas en carretilla. PERO YO NO HE SIDO. Claro. Claroclaro.

Y para terminar, el registro de actividad del día que superé todos los récords de PACIENCIA cambiándole el portátil a la lumbrera entre las lumbreras. Todo es rigurosamente real. Clic para ver tocho.

Paciencia