Siempre es arriesgado comprar tecnología barata china. Y más, como en este caso, siendo un «clon» de otro aparato que ya existe.
No hace mucho, uno de mis lusers se compró un Samsung Galaxy S5 de imitación, y resultó ser una auténtica ful de cacharro: lentísimo, rascaba en las animaciones como la toalla de un cuartel, sólo funcionaba la mitad de la pantalla táctil, y no conseguía registrarse en la red móvil. Me pidió ayuda y pasé unos ratos divertidos:
Con estas premisas, ya de sobra conocidos por cualquier gadget-lover, me aventuré a comprar una tablet china. De una marca que no había visto jamás. No sé qué blog de los que tengo en mi Feedly me lo enseñó y oye… me moló por cuatro cosas principalmente: su «retina display», su procesador Intel, su Windows 8.1 y su precio. Apenas $200.
La tablet en cuestión es esta, descarado clon del iPad Air 2, con estas características tan sexys:
Sistemas operativos: Android 4.4 + Windows 8.1
Procesador: Quad Core 64bit Intel BayTrail-T Z3736F (un Atom, vamos)
RAM: 2GB, DDR3L
Almacenamiento interno: 64GB eMMC (obviamente, compartido entre Android y Windows)
Almacenamiento secundario: soporta hasta 128 Gb en tarjeta microSD
Bluetooth: BT 3.0 High Speed/BT 4.0 LE
Comunicaciones (lamentablemente, el LTE/4G se queda fuera):
Hice el pedido (pagué un poco más para que viniera por DHL para poder hacer tracking al paquete), esperé un tiempo y empecé a abrasar al servicio de atención al cliente de la marca por web. Quiero mi tablet. Primer aviso. Que sí, que sí, que te avisamos en cuanto salga. QUIERO MI **** TABLET, MODERFOQUERS. Que sí, que sí, que ahora te lo miro.
Durante la espera, me surgieron dudas. Dada mi conocida aversión a Android, no pensé que quizás la tablet venía con el inutilísimo «Windows RT» (sin la parte de escritorio de Windows). Los de atención al cliente no decían si sí ni si no. Que venía con «Windows 8.1 with Bing». Después de mucho insistir, decidí dejar de hacer el imbécil e investigar por mi cuenta.
Resulta que «Windows RT» está muerto, y que Microsoft regala a los fabricantes un Windows 8.1 normal, con la salvedad de que el motor de búsqueda por defecto es Bing. Y no se puede cambiar por parte del fabricante. El usuario final sí puede poner lo que le dé la gana, pero el fabricante no. Curioso. De ahí el nombre de la versión: Windows 8.1 with Bing.
Pasaron trece eones estelares (que corresponde más o menos a un mes cuando esperas un gadget nuevo) y llegó un paquete de DHL al curro. Venía extremadamente embalado dentro de un airbag que explotó de manera muy graciosa cuando le metí el cutter como si fuera a hacer un sacrificio a $deity:
Procedí al unboxing cual Youtuber emergente, y esto es lo que me fui encontrando:
Bueno, vamos al lío. Al meollo. Al rollo que mola. Al MOOOOOOJOOOOO:
En la web de la marca podemos encontrar el tutorial para llevar a cabo este cambio a idioma legible por un manchego. Lo que pasa es que alguno de los pasos es algo… impreciso. Hay un momento en que debes elegir un idioma y esperar un rato a ver si a Windows le da por descargárselo de Windows update. Tras un lapso de terror e incertidumbre, se descargó el idioma y lo pude aplicar.
Una vez configurado el idioma, creado el nuevo usuario, borrado el que trae por defecto, escaneado paranoide de virus, rootkits y maldades chinas (todo negativo al parecer), me pongo a mirarle las tripas lógicas al bicho. Como tengo un par o siete de máquinas virtuales con Windows 8.1, se me sincroniza la configuración con este Windows (mu rico).
El tipo de letra en pantalla viene configurado al 200% para poder ver algo, ya que al tener esta resolución tan bestia (2048×1536), el texto al 100 se ve chiquitiiiiiiiico chiquitico:
Las primeras impresiones fueron muy positivas. Sinceramente, pensaba que iba a rascar mucho, pero va realmente suave. Pero bueno, ya sabemos todos lo bien que funciona Windows al principio. Echemos un vistazo al administrador de dispositivos:
Sentía curiosidad por ver cómo se había particionado el almacenamiento para que coexistieran Windows y Android. Nunca debí haber mirado, porque esto me jode totalmente el ZEN y me perturba mi TOC:
Ya trastearé para ver cómo me quito de encima las particiones de Android y dejo todo dedicado a Windows sin cargarme el arranque.
Probé el 3G con una microSIM de Tuenti (la que tenía en el iPad), pero no conseguí conectar ni trasteando la configuración manual de Windows. Puse otra de Movistar, y ahí la cosa fue sorprendente: conectó a la primera, y se descargó automáticamente (sin mi permiso, y eso está MUY FEO -pero mola-) la aplicación de Movistar que gestiona la tarifa.
La tarjeta microSIM y la microSD se introducen detrás de la «tapita» superior de plástico de la parte trasera. Veo este plastiquejo EXTREMADAMENTE FRÁGIL. Está cogido con pestañitas a presión y son muy, muy pequeñitas y muy finas. Tienen pinta de romperse con toser. Mucho cuidado.
Aunque jugar en táctil es una hez en mi humilde opinión, la verdad es que los «juegapps» no van mal. Tendría que probar algo más gordo, pero no creo que esta tablet se haya pensado para jugar al Crysis 3 en resolución 4K.
El comportamiento en aplicaciones de trabajo es excelente. Viene con una suscripción gratuita a Office 365 para un año, y todo el paquete funciona de lujo que te crujo. No hace falta que os ponga capturas del Office, ¿verdad?
Luego, las apps que vienen con Windows 8, pues de lujo también. El Tiempo, Noticias, etc. Y otras totalmente necesarias para la vida diaria, como Plex, son deliciosas de utilizar aquí:
Para quien esté interesado, el cambio entre Windows y Android se reduce a pulsar un icono. El sistema reinicia y arranca el otro sistema operativo. Ya estoy viendo por ahí foros dedicados al hackeo y al trasteo de este tipo de tablets, a ver si saco tiempo y le intento instalar un hackintosh (aunque lo veo complicado).
El único puerto de entrada que tiene la tablet es el microUSB de carga. Viene acompañada de un cable OTG (USB ‘on the go’) para poder conectar pendrives, teclados, ratones o peceras USB.
La batería aguanta muy bien un día de uso normal. Si la dejamos en reposo, aguanta varios días sin problemas. El cargador que trae la tablet, aparte de algo chustero, es un poco lento. Yo estoy usando el cargador de un iPad, que parece que le sienta mejor.
Y gracias a los coleguis de @ofertasentodo, pillé este teclado/funda Kensington bluetooth por 20€ en Macníficos, que le viene de coña a la 919.
En definitiva…
Pros:
Pantalla: una pasada de resolución para 9’7 pulgadas. Muy buen brillo y se ve bastante bien bajo la luz del sol.
Arranque: windows 8.1 arranca en apenas 13 segundos desde cero. El sleep/wake es prácticamente instantáneo.
Buen rendimiento. Scroll muy suave, desempeño realmente sorprendente.
Al ser un clon físico del iPad Air 2, le sirven la mayoría de las fundas y teclados*.
Bastante ligero. Estaba acostumbrado a mi iPad 3, y este es mucho más manejable.
Dos sistemas operativos: Windows 8.1 con Bing y Android 4.4 (aunque me sobre este último).
Almacenamiento ampliable por microSD.
¡El precio!
El (supuesto, ya veremos) soporte del fabricante para actualizaciones del sistema operativo.
Es un PC completo, en esencia.
Contras:
Tapita de plástico trasera/antena que cubre los slots de las tarjetas microSIM y microSD muy, muy endeble, aunque no es algo que se tenga que abrir muy a menudo.
No tiene un ‘setup’ OOBE (Out of the Box Experience) que permita personalizar nuestro usuario, nombre de máquina y mandangas varias. Hay que crear un nuevo usuario a mano y borrar el que trae por defecto.
El metal de la carcasa es muy ‘rallable’. Si no tienes mucho tino con el cable microUSB, rallarás el metal. Doy fe :(
*Los botones del lateral no están en el sitio exacto donde los tiene el iPad imitado. Eso hace que algunas fundas dejen pulsado los botones. Cuidado.
Estos mismos botones son plásticos y de un aspecto algo frágil también.
Las cámaras deberían haber tenido más calidad.
Los altavoces no son especialmente potentes.
Algún glitch gráfico puntual al activar el módem 3G que no he vuelto a experimentar.
Viene en chino y cambiar el idioma es un PAIN IN THE ASS. El traductor de Google en el móvil te ayudará (con la utilidad de traducir desde la cámara).