Samba en Lion: Grandes avances

Hace unos meses os dejé un más que tedioso tutorial para que pudiéseis configurar Samba en vuestros Mac con Lion para poder seguir compartiendo multimedia con vuestros mediacenters y/u otros cacharrines domésticos. El post en cuestión era este. Un auténtico fastidio de instalaciones, ocupación de espacio en cosas que apenas volveremos a utilizar, etc. Todo muy útil, pero muy sucio.

Hoy, sin embargo, y gracias al gran @eduo, os traigo una solución limpia, cómoda, útil y rápida. Y en categoría de donationware. En principio, @eduo quiso publicarlo en la Mac App Store, pero los estrictos controles de Apple se la han dejado fuera. Una pena, con la cantidad de basura que hay dentro, que algo tan útil no sea aceptado.

Se trata de SMBup, una aplicación que lo hace todo por nosotros. Fijaos:

1. Echamos un vistazo a la información de su web: http://eduo.info/apps/smbup
2. Nos bajamos la app de aquí.
3. Descomprimimos el ZIP y lo movemos a la carpeta de Aplicaciones (personalmente, lo he puesto en Aplicaciones/Utilidades).
4. Seguimos estos sencillísimos pasos:

Primera ejecución, un poquito de información acerca del proyecto:

Advertencia: falta Samba. Hacemos clic en «Instalación asistida» (más fácil todo, dónde va a parar):

¿Qué va a hacer el asistente en mi Mac?

Todo lo que se va a instalar (código abierto y gratuito, oigan):

Descargando software…

¡Permiso para actuar, mi Capitán!

Instalación del software:

Todo instalado OK, vamos a «Configurar Discos Compartidos»:

Ahora compartimos las carpetas que queramos, especificamos si queremos acceso de invitado o no, de lectura o escritura, guardamos todo, iniciamos el servicio y ¡a correr!

La aplicación, no obstante, tiene posibilidad de toquetear otras opciones más avanzadas, desinstalarlo todo y dejar el sistema como estaba… un auténtica pasada.

¡No olvidéis hacer alguna donación! Tenemos mucho que agradecerle al autor :)

SMBup

Disertación diarréica sobre las redes sociales

Ahora con GIFs animados para que baje
la calificación a «Para todos los públicos».
 
Agradecería INFINITO tu opinión
en los comentarios, estimadísimo/a lector/a.

No soy un experto ni un Community Manager (aunque esté dando un curso super-cúl de ello), pero ya tengo algún añito de experiencia con estos inventos de la web dospuntocero y voy a dejaros por aquí algunas de mis opiniones por si os interesa.

¿Qué es una red social? ¿Y tu me lo preguntas?

Entendamos red social por lo que viene siendo facebook o twitter en este caso. Las demás redes sociales, exceptuando unas pocas, son prácticamente lo mismo pero con otro careto.

En las redes sociales tienen cabida todas las personas que quieran y -ahí está el problema, o no- todos los personajes que nos queramos inventar. Famosos, famosillos de mierda, gurús, anónimos, activistas, trolls, gilipollas… todos tienen el derecho ciberconstitucional de hacerse una cuenta.

Perdone, pero encuentro su opinión un poco hiriente...

Yo creo firmemente que lo divertido de una red social como facebook es el contenido original. Es horroroso ver un muro repleto de aplicaciones que hacen collages, gente poniendo vídeos de YouTube sin hacer ni siquiera un comentario, granjas virtuales, citas moñas…

Sin embargo es genial ver el set de fotos que le acabas de hacer a tus calcetines haciéndolos pasar por marionetas, el vídeo de lanzamiento de tortilla pegada en el techo que acaba de hacer tu abuela, o ese poema dedicado a tu dedo gordo del pie porque te duele en los días de lluvia. Te lo digo en serio, es genial.

Vale que no todo el mundo tiene la posibilidad de crear contenidos en internet. Ni las ganas, claro. No todo el mundo tiene cámara de fotos o de vídeo, ni escribe sus pensamientos u opiniones sobre algo. Vale.

Pero también deberíamos tener claro que a nadie nos importa los vídeos que «you liked on youtube» y casi seguro que tampoco nos importan los sitios en los que haces check-in con foursquare.

¡Es mi red social y me la f***o cuando quiero!

BAISH! QUE TE METO!

¡Correcto! ¡Tienes toda la razón! En el pasado fui un poco radical intentando imponer mis opiniones al respecto de cómo debería ser el comportamiento humano en una red social. Me disculpo por ello. Aunque bien es cierto que hubo gente que tomó nota e intenta desde entonces ser un poco más creativo y menos robótico.

Entonces, si a mi no me importa tu opinión y a ti no te importa lo que yo pongo, ¿qué hacemos?

Pues lo obvio, amigo/a mío/a. Tendemos a confundir amistad real con amistad en las redes sociales. Si no me followeas, con perdón, me enfado y dejo de respirar hasta que me ponga azul.

Slurrrrrpppp!

No os equivoquéis (y si os equivocáis, pues… prsch… tenéis un problema): he eliminado de algunas redes sociales a verdaderos amigos porque no me importaban sus publicaciones, porque no me gustaban sus comportamientos o porque me ha salido de las pelotas. Algunos lo han entendido, otros se han ofendido como si hubiera apuñalado a sus madres y luego me hubiera meado encima para que les escociera.

Otros, sin embargo, me han eliminado a mi después de una discusión en la vida real. Discusiones que no acabaron con la amistad. Solo discusiones, al fin y al cabo. ¿Y qué pasa? ¡NADA!

Los que son amigos de verdad, entiendo que van más allá de un «no me sigues, no me comentas, me ignoras» en una red social. Así lo entiendo yo.

A ver si es que va a haber un manual de comportamiento en redes sociales, ¿no te jode?

¡Pues los hay, señoras con señores! Escritos y no escritos. Pero si no os habéis molestado nunca en buscarlo, no os voy a facilitar yo el trabajo. Más que manuales, de lo que estamos faltos es de sentido común.

A ver cómo os lo cuento, amiguitos...

Este año ha sido muy, muy intenso en las redes sociales. ¿Por qué? Porque ha sido un año muy, muy intenso en la realidad. Antes pasaban cosas y casi todos teníamos que reservar nuestra opinión al círculo más íntimo de familiares y amigos. Hoy no, hoy podemos expresarnos y con un poco de suerte, convertirnos en Trending Topic. Wow. Trending topic, tíos… ahá, ahá, trending topic. Qué guay… trending topic…

El gran error: ser quien no somos

Nuevamente, es mi opinión personal. Poneos en situación con estre ilustrativo ejemplo:

Un amigo vuestro que es TAN majo que si fuera más majo reventaría, se hace una cuenta de twitter. En la vida real sigue siendo vuestro amigo majo a punto de reventar, pero en twitter es el anticristo. ¿Por qué? Porque conoce al anticristo de verdad y quiere tener tantos fans y carisma como el anticristo de verdad.

¡PERO ES SOLO UN PERSONAJE!

Si… y no. Un personaje no puede afectar a tu vida real. Si en carne y hueso eres un cacho pan y en la red eres un hijoputa, y empiezas a convertirte en hijoputa en la vida real porque molas más por la red que en tu vida real… la hemos liao. No sé si me explico.

¡MIS OJOOOOS!

Para hacerse un personaje en internet tienes que tener básicamente sentido del humor y tolerancia. ¿Por qué? Porque te van a llover hostias por todos lados. Porque no todo el mundo entiende tu humor o tu forma de ser. Porque no todo el mundo se va a tomar igual tus comentarios / publicaciones / twiteos / cagaleras.

Unos ejemplos

Mirad, echad un vistazo a los twits de estas cuentas: MasaEnfurecida | Suchabadperson | EspeOnzAguirre. ¿Veis? Son PERSONAJES, cuentas hechas por y para el humor. Ofensivas en ocasiones, si, pero ya sabes lo que hay en cuanto lees su bio y/o lees un par de sus tuits. Es enormemente estúpido seguir a alguien que hoy denominaríamos «troll» para luego ofenderse porque se ríe de los gatitos atropellados.

Uno se puede ofender si el que se ríe de los gatitos atropellados es una persona normal. Una persona cercana, a la que conoces, y a la que en otras circuntancias no le haría nada de gracia ver a un gatito atropellado. Al contrario, quizás, se pondría a llorar como un niño por haber visto un gatito atropellado. Es solo un ejemplo, no se ha maltratado ningún gato en la redacción de este post.

PERDONA: esto no es maltratar, es "de-sac-ti-var".

Te enrollas mucho pero no dices ná…

Tienes razón, querido/a lector/a. Mucha razón. Pero es que cuando se ha de ser tajante, primero se suele soltar el rollo para suavizar. A lo que voy es a lo siguiente. Y lo voy a poner como si fuera una cita célebre, así me doy más caché a mí mismo:

Lee los labios de Quequé

Haz lo que te dé la real gana en tus redes sociales. Sé original. Aburre hasta a las piedras. Sé agresivo/a o pasteloso/a. Amenaza de muerte u ofrece abrazos gratis. Conciencia a las masas o insulta a colectivos de millones de personas. Ama al prójimo o deséales la peor de las muertes. HAZ LO QUE QUIERAS.

PERO

No te ofendas en el momento en que yo, tu querido [amigo / contacto / conocido / compañero de curro / mascota / amor platónico] decida que ya está bien de aguantar tu comportamiento, sea cual sea. Mi amistad contigo NO es un contrato vinculante para aguantar todas las gilipolleces publicaciones que se te pueda ocurrir poner. Me reservo el derecho de admisión en mi lista de amigos / followers / círculos / whatever sin que ello deba afectar a la relación que tenemos en la vida real. Por mi parte, te aseguro que no será así. Ahora, tu verás.

Y PARA ACABAR

Es lamentabilisísísísísísimo veros intentar ser lo que no sois con el único fin de haceros con un pequeño cachito de esa fama efímera que les da internet a algunos. Más amigos en facebook o más followers en twitter no significa que seas mejor persona ni que tengas más carisma o amigos en la realidad. No se pueden tener 300 amigos, buscad en libros de psicología.

ZzzzzzzZzzzzzzzzzZzzzzzzzz…

¿Y por qué escribo toda esta parrafada? ¡Porque estoy HASTA LAS PELOTAS de suspicacias, de piques y de malentendidos en la vida real por culpa de las redes sociales! Hasta las pelotas, creedme.

¿No os parece que ya tenemos suficientes problemas como para encima preocuparnos por cosas en las que difícilmente podemos interpretar tonos, coñas e incluso opiniones? A mi me parece que si, y que si lo que voy a hacer en una red social me va a afectar en una amistad, pues -querido/a mío/a- te mando a tomar por culo te unfolloweo y así solo te enfadas una vez conmigo.

Aaaaay, qué feliz sería el mundo si al menos intentáramos comprendernos un poquejo los unos a los otros…